Allá, en aquella calle, brilla las esquinas donde te vi reír. Allá quedó tu perfume, tus impulsos de dama indomable, tu... tu quedaste allá, en el recuerdo de las luces.
Y montada en aquel caballo entraste veloz y altiva al pueblo, así también miraste la gente. La bestia jadeaba. Tus ojos buscaban el dolor de mi pecho.
1 comentario:
Preciosas vistas.
Pasaba por aquí y entré a visitarte y me gusta lo que veo.
Entraré cada tarde y te espero por el blog mío, soy nueva en esto y me gusta tener amigos.
Me gustaría me dejaras un comentario para saber que te gustó. Hoy está algo sentimental, pero tiene entradas muy alegres y bonitas.
felicidades por tu ciudad y tu gente.
soy cubana y me considero hermana.
Un beso,
http://gelois49.blogspot.com.es/
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